Buscando el camino perfecto II

Dios es amor, Soy hijo del amor
Hay que buscar dentro de las buenas enseñanzas, respuestas a las inquietudes que tiene la humanidad don relación a Como construir el Paraíso terrenal, de manera que todos puedan vivir en armonía, dicha, amor y paz, para que los descendientes (hijos, hijas, nietos, nietas) semillero de hoy, profesionales, hombres y mujeres del mañana.

Preguntesen, si en alguna parte de la Biblia, hay invitación al odio, a la destrucción, cual es su enfoque, que dice, que enseña. Digan si los profetas, los apóstoles eran seres dados a las guerras, a la muerte, cuales eran sus enseñanzas, su doctrina, su invitación.

Quien decía: Amaros los unos a los otros como yo los he amado, la paz les doy, las paz os dejo.

Muchas personas creían que Jesús de Nazareth iba a encabezar, a comandar un ejercito para sacar o destruir a los romanos, muchos se equivocaron creyeron que Jesús era un guerrero, un bárbaro, un militar, un guerrillero que iba a matar, destruir a los ejercitos romanos por el contrarios él invitaba a amarse unos a otros, a perdonar los odios, rencores, las diferencias, a vivir en armonía, en paz, a disfrutar de la vida como hermanos, como una gran familia unida en los valores, respeto a la vida, labrando la tierra, creciendo en el amor.

Jesús enseña que la violencia trae más guerra, desolación, miseria, hambre, pobreza, por tanto esa no es la forma de logra la felicidad de una persona ni mucho menos de un pueblo.

Mientras que en el corazón de un ser humano exista el odio, la envida, existirán las malas intensiones, la corrupción, la opresión, nunca podrá ser feliz. El hombre crea Constituciones, Leyes las cuales son buenas y necesarias, pero que si no son aplicadas con amor, respetadas por todos, nunca se lograra llegar alcanzara una vida plena de felicidad, dicha, amor y paz. mientras que el hombre siga hablando mal del otro, no busca la comunican y acuerdos siempre habrá miseria, hambre, envidia y corrupción, no esta solo en crear Leyes, es en la obediencia y la aplicabilidad para todos por igual, sin distinción alguna. Es fácil echarle la culpa al pasado pero que haz hecho en el presente para mejorar los errores cometidos por otros en el ayer.